Algunos lo llaman basura, pero aun cuando sabemos que tienen un alto nivel de contaminación para el planeta, no se hace una separación adecuada de estas. Es aquí donde aparecen los y las protagonistas de esta gigante lucha que, no solo brinda un amplio mejoramiento del aspecto físico de los entornos y espacios que nos rodean, sino que, también, nos ayudan minimizar los impactos que afectan el hogar de todos: el planeta tierra. El reciclaje, hoy en día, es una labor tan digna como cualquier otra profesión u oficio, y que, en principio, todos deberíamos implementar desde nuestras familias, para demostrar el compromiso y la responsabilidad que nos corresponde como miembros activos de un territorio, pues para nadie es un secreto que, en nuestra cultura, pocos reconocen el deber de cuidar y proteger el medio ambiente mediante la separación de residuos.
Ahora bien, considerando el valioso aporte que los recicladores brindan a la sociedad en general y el impacto positivo que se genera para el planeta, es importante resaltar su labor y apoyar todos esos gestos de transformación que se llevan a cabo desde lo individual hasta institucional, con el fin de seguir contrarrestando la contaminación del aire, el suelo y las fuentes hídricas que tanto necesitamos. Por tal razón, es necesario que, desde cada persona, cada hogar del territorio se trate de adoptar hábitos inteligentes que contribuyan con el mejoramiento del medio ambiente y multiplicar acciones en pro de la problemática de las basuras que permitan construir un modelo social amigable para todos. Aunque la tarea de separar basuras parece algo insignificante, el resultado de no hacerlo es mucho más grave de lo que podríamos imaginar, pero es aquí donde aparece otro factor negativo, porque, mientras las familias o las personas se toman el tiempo de separar las basuras, cuando se llevan a los puntos de recolección todo termina revuelto en el carro recolector, echándose a perder el trabajo realizado.
Por situaciones como estas, se hace necesario identificar a los recicladores o recuperadores de nuestro sector, así contribuimos a su trabajo, minimizamos los residuos sólidos en el relleno sanitario y evitamos tanta contaminación. Así mismo, las instituciones y organizaciones municipales deberían generar más acciones, programas y metodologías de campo que brinden una orientación coherente a las comunidades sobre el manejo de basuras o que aprendan a sacarle provecho, como lo ha hecho la Corporación de Servicios Ambientales y de Aprovechamiento (Copresap), grupo de emprendedores que han visto en las basuras una oportunidad para generar empleo e ingresos, y que están ubicados en el barrio Santo Domingo Savio. Cuentan con un equipo de 60 personas en 10 barrios de la comuna, 6 personas por barrio. Ha venido acompañando y trabajando en pro de esta problemática por más de 20 años.
Carlos Alberto Torres Viloria – carlosalbertotorresviloria@gmail.com