La convivencia en tiempos de pandemia deja a las mujeres como principales víctimas

publicado en: Mujeres, Poblacional | 0
El confinamiento estricto, por asuntos de la pandemia, no fue favorable en las relaciones familiares, poca tolerancia, altos índices de violencia en niños y mujeres; por eso, se pronuncian las organizaciones de mujeres dejando en claro su indignación, por la poca atención que se le ha prestado a esta problemática, la cual ha dejado muchas víctimas. Lo que más se lamenta es que cada vez se incrementa los abusos, los victimarios quedan impugnes, las investigaciones son mezquinas y la indolencia es aterradora.
Mujeres que reivindicación sus derechos
Marta Marulanda, habitante del barrio San Pablo2, de la comuna 1-Popular, es líder comunitaria de gran experiencia, pertenece a la Coordinación Zonal de Mujeres desde el año 2000. Cuenta su experiencia: “El colectivo de mujeres que se conformó a raíz de la falta de oportunidades para las mujeres, y la violación a sus derechos, no solo de la Comuna 1, sino, también, las mujeres de la Zona Nororiental, hace poco conformaron un colectivo de Mujeres en el barrio San Pablo 1, se les conoce como Mujeres Emprendedoras. Uno de los objetivos de dicho colectivo, es trabajar por los derechos de las familias desconectadas. Esta iniciativa se llevó a cabo gracias al Presupuesto Participativo del año 2012 – 2013, donde aún se continua con esta noble iniciativa, pero sin dejar atrás la ardua tarea de la reivindicación de derechos de las mujeres, promover la participación social, proponer proyectos que estén en pro de las mujeres y, de esta manera, mejorar sus condiciones de vida”.
Condiciones psíquicas producto del confinamiento
Según el psicólogo José Ángel Restrepo, graduado de la Universidad de Antioquia, opina que somos seres sociales por naturaleza; las condiciones son producto de la cultura de crianza; lo más característico de las personas que habitan los barrios populares son sus emociones, por eso, se puede pasar de una alta depresión a estar en relativa calma, eso explica que es posible, que, en condiciones desfavorables, se puedan exaltar los ánimos y desbordar en violencia desmedida. La convivencia es el continuo aprendizaje del otro, pero, también, es la tolerancia, desde las diferencias.
El señor Martin Mejía psicólogo y ex policía afirma que los tiempos del covid es una reto para la familia y la sociedad, ya que los cambios son radicales y es difícil poder asimilarlos, lo cual afecta considera mente la convivencia, es por eso que se incrementa la intolerancia que desencadena en agresividad, a todas estas también la falta de ingresos, la inseguridad alimentaria.
Cada cual es responsable de sus actos, pero es muy importante, saber convivir. Es preocupante los índices tan altos de violencia física y que sean las féminas quienes más lo padezcan por parte de su compañero sentimental; no obstante, los niños, también, salen perjudicados, y se convierten en víctimas inocentes, por ser incomprendidos y severamente castigados, aislados de lo que tanto disfrutan, como es el juego en conjunto; sus padres, en sus conflictos, los pueden estresar, no comprenden por más información que se tengan, sobre la modalidad de encierro, cual es el suceso que no les permite salir y hacer las cosas que acostumbraban.