Barrio El Compromiso: un ejemplo de construcción colectiva

El barrio El Compromiso, hace parte de la Comuna 1-Popular de Medellín, fundado alrededor de los años 60; sus primeros pobladores fueron personas que a causa de la violencia salían de sus territorios y llegaban a la ciudad en busca de nuevas oportunidades, es, a partir de este momento que, este terreno, comienza a ser ocupado por estos habitantes.
Antes llamado barrio Rafael Uribe Uribe, fue un sector que en sus inicios tuvo grandes problemas para la construcción de las casas; las monjas del Pablo VI, se declaraban propietarias del terreno y acudían a la fuerza pública para el desalojo de las familias que llegaban a buscar refugio y techo en estas tierras.
Rogelio Yepes, uno de los primeros habitantes y líderes del barrio, presidió la primera Junta de Acción Comunal; él y otros habitantes abrieron espacios de participación con el fin de buscar soluciones a todas las problemáticas que había en el sector; formaron convites para ir construyendo sus casas, calles, senderos peatonales y alcantarillado. También gestionaron el acceso a la energía con Empresas Públicas de Medellín.
La lucha por los servicios públicos
La salud, señalización, movilidad, vivienda, educación, empleo y convivencia son algunos de los asuntos que aún en la actualidad necesitan intervención para mejorar; sin embargo, los líderes de este barrio han permanecido en la lucha y gestión constante por traer proyectos que puedan generar nuevas oportunidades.
Las diferentes Juntas de Acción Comunal han desarrollado su acción en diferentes líneas de trabajo que buscan suplir necesidad en la mayor parte de las áreas; es así como se han implementado proyectos que impulsan la tecnología, benefician a la población de adultos mayores, fomentan las actividades recreativas, deportivas y culturales, promueven la salud y protección y gestionan obras públicas.
A partir de esta gestión se ha logrado que en el barrio existan proyectos que le han dado otro sentido a la vida de muchos habitantes: grupos juveniles, madres comunitarias, programas de Buen Comienzo, grupos de la tercera edad, semilleros infantiles, comités de deporte, escuelas populares del deporte y otros grupos y espacios que han permitido mejorar las condiciones de vida y convivencia de los habitantes de este barrio. El mensaje de los diferentes líderes y lideresas que han pasado por las organizaciones y han dado su esfuerzo y tiempo para mejorar la calidad de vida de los habitantes de este barrio es que, la población juvenil y futuros líderes, no renuncien a la lucha porque aún hay muchas necesidades por resolver y esto se debe hacer en comunidad.