Si bien es cierto que muchos sectores de la ciudad y el mundo se afectaron por la pandemia, los clubes deportivos no se quedaron atrás; muchos de estos aguantaron como nadie la falta de su actividad laboral, hasta el punto de poner en riesgo su estabilidad. No recibieron ningún tipo de ayudas, afirman algunos clubes deportivos de fútbol con quien el Periódico La Uno hizo contacto. La administración municipal, solo se limitó a rogar para que se reactivara este sector deportivo, que tanto bien le hace a la comunidad, sobre todo al público infantil y juvenil, estos muy afectados por la extrema quietud y falta de competencia.
Clubes deportivos de fútbol de la Comuna 1-Popular, se reactivan haciendo uso de los protocolos de bioseguridad.
La señora Luz Dary Franco Arredondo (Secretaria Ejecutiva del Club Deportivo Creciendo Juntos), cuenta los detalles sobre cómo están haciendo uso de los protocolos de bioseguridad. “La pandemia nos trajo un cambio muy grande en donde cada uno de los niños para poder ingresar normalmente a las instalaciones deportivas deben seguir un protocolo de bioseguridad el cual consiste: se debe de hacer el respetivo ingreso con el tapa bocas, aplicación del gel antibaterial y la toma de temperatura; se toma la distancia con aros recreativos, manejo de planillas donde indican los síntomas, categorías y jornadas de cada uno de los alumnos del club deportivo”. De igual manera, Sor Yasmín Vargas (Directora del Club Deportivo Granizal), manifiesta que sigue todos los protocolos de bioseguridad y continúa diciendo que debió invertir una buena cantidad en productos de bioseguridad, por exigencia de quienes coordinan los espacios deportivos, y por el bienestar de los niños, jóvenes y mujeres que hacen parte de su club deportivo.
La situación actual de los clubes es preocupante
Juan Carlos Sepúlveda (Director del Club Deportivo Creciendo Juntos). “La imposibilidad de algunos padres de los niños y jóvenes que venían participando activamente en el club deportivo, se vieron en dificultades por la pandemia, donde perdieron sus empleos, otros entraron en quiebra; para la adquirir los uniformes e implementos deportivos de sus hijos, algunos de ellos decidieron retirar a sus hijos por su actual situación económica, de 130 niños y jóvenes que estaban participando en el proceso, el club, hoy en día, solo se cuenta con escasos 70, con el peligro de retirarse por la inestabilidad económica”.
“Estos clubes hacen de tripas corazón”, es una frase de Juan Carlos Sepúlveda que descifra las dificultades que tiene que pasar, para poder tener su actividad deportiva al día, por lo cual generan espacios de sanos esparcimientos en niños y jóvenes y hacen de estas personas de bien.
