Se presenta en los climas tropicales y subtropicales de todo el planeta, sobre todo en las zonas urbanas y semiurbanas. Aunque muchas personas infectadas por estos virus no presentan síntomas, se dan casos graves que pueden ser mortales. La prevención y control del dengue se basan en el control de sus vectores.
No hay un tratamiento específico para el dengue y el dengue grave, pero la detección y el acceso a una atención médica adecuada reducen en gran medida las tasas de mortalidad por dengue grave. Es la incitación de la Organización Mundial de la Salud. “En las últimas décadas ha aumentado enormemente la incidencia del dengue en el mundo: los casos notificados a la OMS han pasado de 505 430 a 5200 millones en 2019.
En la mayor parte de los casos, la persona es asintomática o presenta síntomas leves que se pueden controlar sin ayuda médica, por lo que el número real de casos de dengue es superior a los notificados. Además, hay muchos casos que se diagnostican erróneamente como otras enfermedades febriles”. Asegura la OMS.