Hay gerundios incorrectos, que deben evitarse a toda costa, pero hay también gerundios lícitos, que no hay por qué andar cambiando, corrigiendo, prohibiendo, ridiculizando, persiguiendo, evitando. Estos últimos son los que se usan como adverbios de modo, es decir, responden a la pregunta ¿Cómo sucede la acción del verbo?
El gerundio no debe usarse para indicar finalidad, «Los alumnos deben cursar 100 horas de Paz, alcanzando el nivel de diplomado universitario» o «Es preciso revisar las cifras del último año, dejando claro si hubo o no desfalco». En estos ejemplos, «alcanzando el nivel de diplomado» no dice cómo deben cursar las 100 horas, sino cuál es la finalidad o propósito de ese a intensidad, y «dejando claro si hubo o no desfalco» no dice cómo es preciso revisar las cifras, sino cuál es la finalidad o el propósito de la revisión. Formas correctas pueden ser «Los alumnos deben cursar 100 horas de Paz, hasta alcanzar el nivel de diplomado universitario» y «Es preciso revisar las cifras del último año, para dejar claro si hubo o no desfalco».
Finalmente, un mal uso incorrecto es el de adjetivar con gerundio. «Se encontró un maletín conteniendo cocaína», lo correcto es: «Se encontró un maletín con cocaína», «Se encontró un maletín que contenía cocaína».
Retomemos el concepto arriba enunciado: el gerundio es adverbio de modo.
«Ella caminaba lentamente, observando las flores en el jardín».
Pregunta: ¿Cómo caminaba? Repuesta: «observando las flores»
«El niño jugaba en el parque, riendo y corriendo con sus amigos».
Pregunta: ¿Cómo jugaba? Repuesta: «riendo y corriendo».
«El profesor explicó la lección, usando ejemplos claros y precisos».
Pregunta: ¿Cómo explicó? Repuesta: «usando ejemplos claros».