“Haber estado con un grupo de amigos llamado “Amigos Comuna” y contar con un gran edil en la JAL, ha sido mi apuesta grande como líder para seguir haciendo comunidad”
Jorge Pineda, es un líder incansable y trabajador que siempre ha estado pendiente de la comunidad, desde hace más de 45 años. Es líder del barrio Santo Domingo 1, donde le tocó vivir tantas guerras y, a la vez, tantas alegrías. Siente que nació con ese don de servir al vecino de manera desinteresada, pensando en el bienestar de la comunidad. “Yo creo que de acuerdo a unas necesidades las cosas se van dando, por ejemplo, este mi querido barrio Santo Domingo, donde nací y crecí, me surgió la idea de defender lo popular y lo público, de cada día traer el desarrollo, que las comunidades estén mejor cada vez buscando que si no todos, muchos puedan salir adelante”, afirma Pineda, como le dice casi todo el mundo.
Ese amor por lo que hace, lo impulsa a seguir trabajado por la comuna, aunque hace ya 12 años no vive en ésta. Saber que se gestionan cosas y que les genera alegría a los habitantes de los barrios, dar vida digna a la gente, esas son las satisfacciones que se lleva con su liderazgo, “la satisfacción del líder, su meta, es poder gestionar para la gente”, dice Pineda. Es consciente, que el líder debe estar bien en lo económico y en lo personal, según sus propias palabras: “Yo pienso que un líder que está bien económica y laboralmente, así mismo se proyectará a la comunidad, ello lleva a que el trabajo en los barrios, se vean reflejados o realizados de la mejor manera, que las iniciativas y los proyectos que se gestionan, cumplan su función de desarrollo social y comunitario”, puntualiza con la serenidad y la seguridad de sus palabras.
Para muchas personas, ser líder o lideresa, es una tarea bastante compleja y desagradecida, en tanto las comunidades miden la labor de una persona líder en función de los beneficios que éste le puede apostar, pero, para Pineda, como para muchos otros líderes, lo esencial es servir, desinteresadamente, a la comunidad, es aportar al barrio para que sea cada vez mejor: “estoy seguro que vale la pena seguir siendo líder y trabajar en estos barrios donde nací, me crié, estudié con mis vecinos y crecí jugando y haciendo pilatunas con mis amigos servir y trabajar por estos barrios populares hace que sea un sentimiento que uno lleva muy arraigado”.
Su mensaje es una invitación a la esperanza, a la solidaridad y al trabajo conjunto entre generaciones de líderes, a las de ayer y a las que vienen surgiendo: “Los jóvenes hoy se sienten y se ven estigmatizados en lo social y tiene una concepción de los viejos liderazgos de que se deben recoger; pero, yo invito, a que trabajemos de la mano, a que las ideas nuestras no son diferentes sino que han venido madurando en el tiempo; por eso, es juntarnos para que los jóvenes se apropien del territorio y que amplíen su labor de servir a los diferentes grupos poblacionales junto con los viejos”.
Y Griega Winikott Cano, winikottlibrispapirolibre@gmail.com